Las lágrimas de la gruta y el Cerro Colorado

Les compartimos un importante hallazgo en las fojas de la Encuesta Nacional de Folklore de 1921 relacionado al área de la Reserva Natural y Cultural Cerro Colorado (Provincia de Córdoba) Se trata de la versión de una leyenda que ya recopiláramos en el año 2006, pero desprovista de extraordinarias características, como la personificación y manifestación del sagrado Cerro Colorado y por haber sido narrada por una anciana que en 1921 ya contaba 102 años.

La leyenda explica el origen de una vertiente que gotea o "llora" desde la parte superior de un alero que además, abriga un conjunto de pictografías y aloja una cueva. El sitio se encuentra en el Inti Huasi, cerro que junto al Veladero y el Colorado conforman una triada en esta sugestiva orografía de areniscas rojizas. El tema central del relato es sobre una majada de cabras que, junto al pastorcito que las cuidaba, desaparecieron en la oscuridad de la caverna. Al enterarse la madre del niño y en vano implorar su aparición en la boca de la cavidad, su angustia y locura se resolvió mediante su transmutación o incorporación mágica al promontorio-vertiente. En la variante que recopilamos en el 2006 en boca de Francisca Bustos (70), la colaboradora asocia además un conjunto de pictografías -una representación de camélidos que ella interpreta como una majada de cabras- a esta trágica desaparición. La leyenda tiene un trasfondo mítico en común con otros relatos de cerros que braman y rocas que lloran. No solo en las serranías cordobesas, sino en todo el eje andino, en donde la figura de la Madre del Agua no pocas veces suele quedar expuesta. Teniendo en cuenta el poder simbólico del Cerro Colorado, su valor cultural, arqueológico y en otrora, religioso para los pueblos originarios que habitaron el paraje, es que esta leyenda viene a restituir otra pieza de una cosmovisión desarmada, pero no desaparecida.

Las lágrimas de la Gruta (1921)

"Extiéndese el lugar denominado Pantanillo, al pié de una cadena de montañas siendo paraje agradable por su vegetación exuberante y por el singular color de sus sierras.
A una de las tantas cavernas existentes refíerese la leyenda explicando el origen de las gotas de agua que caen desde una roca ubicada en la parte superior de la puerta que da entrada a la galería sin fin.

Un niño encargado de cuidar las cabras de los suyos, un día absorbido por los juegos infantiles, quiso la desgracia que los animales de sus afanes, penetraran todos en la gruta misteriosa. Distinguió a los últimos que desaparecían y al intentar sacarlos, retrocedió de espanto al ver la lobreguez de la pétrea boca que los tragaba. Fue a su casa y refirió a su madre lo ocurrido allá. Irascible apenas terminado el relato, lo cogió de un brazo a su hijo y lo condujo a la caverna obligándole a introducirse en el oscuro orificio. Pasaron las horas, el niño no volvía, la desconfianza tomó cuerpo hasta intranquilizar. Ella se decidió a entrar en busca de su hijo y de sus cabras. Vano intentó. Los infranqueables obstáculos pusieron trabas a sus pasos. Loca y cohibida, desesperada y llorosa se trepó a la roca más alta llamando a su hijo. El “Cerro Colorado” –pico que gallardamente destaca al frente rugió con fuerza y dijo “No” La madre en ese lugar, esperó la muerte llorando quince días y quince noches. Las lágrimas de sus ojos haciéndose eternamente inagotables, aun brotan de la mole y el solitario centinela todavía repite “no” recordando a los padres las consecuencias del rigor y el doloroso sufrimiento de una mujer. Las gotas de agua son producidas por filtraciones y lo que llaman “rugidos del Colorado” es por efecto de viento que se encajona en sus faldas."

Recopilador: Justo Recla. Escuela nº170 - Informante: Eustaquia Bracamonte, 102 años.
Fecha y lugar: Pantanillo. Dpto. Sobremonte, Córdoba
Informante: Eustaquia Bracamonte, 102 años.

Destacamos esta joya de la literatura oral por su inmenso valor cultural. Aunque breve, la caracterización del Cerro Colorado es una pieza clave que recuperamos del rompecabezas de la cosmogonía regional y ancestral. El rugido (bramido o retumbe del que hemos hablado en el apartado anterior) es ni más ni menos que recreado por la anciana Eustaquia Bracamonte (de 102 años) como la voluntad de un Cerro vivo, dándonos un indicio muy claro de su antiguo carácter tutelar y sagrado. Es sin dudas un válido aporte a lo que ya conocemos sobre este importante sitio arqueológico. Completemos la lectura con la versión recopilada 85 años después.

Las lágrimas de la cueva (2006)

"Hay una cueva en uno de los cerros, y esa cueva sale al otro lado, pero, ya se enangosta tanto que no se puede, la gente que ha logrado entrar con una linterna hasta cierta altura y vuelve. Y en las paredes están las pictografías. Y ahí hay una... como una manada de cabras. Y de allí, de arriba de la caverna, hay helechos, y cae como una gota de agua. Y cuando yo era chica me contaron... por eso me han quedado todas esas cosas de la infancia, de que esas cabritas que estaban pintadas allí, eran de un rebaño, de unos pastores, y un chico las cuidaba. Y un día esas cabritas se le perdieron. Y entonces, la gente comentó que se le había perdido, que se metieron por ese viaducto, por esa cuevita que... Y nunca aparecieron. Entonces la madre cuando llegó allí, mirá vos la leyenda, lloró, lloró tanto, que esas lágrimas todavía siguen cayendo, que es de la madre, que caen desde allá arriba, de la gota de agua."

Recopilador: Pablo Rosalía
Informante: Francisca Benjamina Bustos, 70 años.
Cerro Colorado. Octubre del 2006.

No menor a la caracterización en la primera versión sobre el sagrado Cerro Colorado, es el mito acuático que subyace en ambas historias y que guarda coincidencias con las leyendas de otras rocas que lloran dentro de la provincia. Concluimos esta breve exposición destacando que de la lectura del conjunto, se puede deducir el valioso aporte de la primera versión (1921) a la hora de completar el sentido de la segunda (2006) Queda expuesta una vez más, la importancia de la Encuesta Nacional de Folklore como fondo documental genuino.

Por Pablo Rosalía / Asociación Cultural Relatos del Viento

*Agradecemos la colaboración de Luis Tissera (Director del Museo Arqueológico del Cerro Colorado) y a Marcelo Vena (artista y ex-guardaparque de la reserva)

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