De la transmutación de la mujer-pájaro a los modelos de mujer deseables: el caso de la leyenda de El Crespín.
Las narraciones propias de la literatura oral cuentan con un núcleo arcaico que se mantiene mas o menos estable en el devenir de los siglos, culturas y geografías.
A ese motivo o estructura central, se le imantan elementos propios del paisaje, las personas y pueblos que las reproducen. Es lo que asegura la adaptabilidad y trascendencia en el espacio-tiempo de muchos relatos orales, además de reforzar la identidad de un grupo.
Mediante los análisis comparativos entre versiones antiguas y modernas de ciertas piezas de tradición oral, venimos visibilizando cómo muchos de estos relatos son permeables a la sociedad dominante, incorporando en su estructura periférica muchos de sus modelos y valores. Un caso típico es la Leyenda del Crespín, quizá el relato con mayor popularidad, difusión y vigencia en toda sudamérica, en coincidencia con el hábitat natural de ésta ave (Tapira Naevia)
La leyenda de este pájaro (que adquiere aun hoy visos de sacralidad entre nuestra población campesina) pareciera haberse originado para explicar que, el origen de esta ave mítica, fue la transmutación de una persona debido a una situación de extrema angustia y posterior locura. Es un tema recurrente en toda la literatura oral americana. Este motivo central aun hoy se mantiene, aunque, dinamizado por un episodio moderno que resumo: Un matrimonio vivía feliz en el medio del monte, trabajando duro y en soledad. De repente el hombre se enferma, entonces la mujer sale a buscar medicamentos.Pero al llegar a un pueblo vecino, se encuentra con una fiesta y, desatendiendo su misión, se queda a bailar sin importarle la advertencia de terceros sobre la gravedad de su marido. Cuando finalmente abandona la fiesta, consigue los medicamentos pero a su regreso, se encuentra que su marido había fallecido (o también desaparecido en muchas versiones) Esa situación le genera tal angustia que sale a buscar a su compañero por el monte llamándolo -como el misterioso silbido del pájaro- por su nombre; ¡Crespín, Crespín!
El relato es reforzado muy frecuentemente con interjecciones del tipo "era una mujer muy suelta, por eso le gustaba la joda" o "Dios la castigó y por eso se transformó en pájaro"
En el afán (tan necesario) por recuperar leyendas regionales, es importante discutir o reflexionar sobre este fenómeno para evitar seguir transmitiendo estos ejemplos moralizantes. Les compartimos a continuación, una versión popular del año 1921 que recuperamos de la Encuesta Nacional de Magisterio (proyecto de investigación mediante beca del Ministerio de Cultura de la Nación) Como apreciarán, esta versión está desprovista del machismo que se le impregnó a la primera.
"Entre las aves que viven en esta región serrana se encuentra El Crespín, de color gris, y tamaño mediano, mas chico que el mirlo de América. Este pájaro solo canta en la primavera. Los criollos creen ingenuamente y cuentan todavía, que cuando canta, es porque empiezan a madurar los higos y las brevas. Narran la historia siguiente: que fue un matrimonio indio, que el esposo se fue a l guerra y que al despedirse de su esposa, le dijo: qué si él no volvía, que trepara a las colinas, y que cuando viera una nube de polvo, lo gritara; ¡Crespín! ¡Crespín! ¡crespín! La esposa al no volver de la guerra, se volvio loca de tanto llorarle; su cuerpo se cubrió de plumas grises, y que siempre, llama a su esposo con su grito; ¡Crespín! ¡Crespín! ¡crespín!
Recopilado y recreado por la maestra María L. Castillo de la Escuela nº35 de la localidad de Salsipuedes, año 1921.